
06
Jan
Con los dedos vacíos. Carmen Rigalt
Nunca quise quitarme de fumar porque nunca lo deseé. Si usted lleva cincuenta años fumando dos paquetes diarios y tampoco desea abandonar el tabaco, no lo haga.
Nunca quise quitarme de fumar porque nunca lo deseé. Si usted lleva cincuenta años fumando dos paquetes diarios y tampoco desea abandonar el tabaco, no lo haga.